"Puedo aceptar que una botella a medio llenar sea una botella medio vacía, pero de ninguna manera aceptaré que una mentira a medias sea la mitad de una verdad......"

viernes, 21 de enero de 2011

¡ Que suerte que mi madre se llame Dolores !

Por suerte o por desgracia no nací ni me crié en el seno de una familia cofrade.Mi padre, de Jerez de la Frontera y mi madre de Alcalá de Guadaira bastante hicieron ya  con querer que naciera en esta bendita tierra de María. Vi los primeros rayos de sol una primavera de 1967 frente al arco de la Macarena y  fui bautizado en la Iglesia de San Sebastian de Alcalá de Guadaira donde mi infancia transcurría y el único lazo con la Semana Santa era el de mi abuelo Antonio que no tenía más remedio que salir de costalero en su pueblo con el único objetivo de sacarse algunas pesetas para la familia. Luego nos vinimos a vivir a Sevilla donde mi padre trabajaba, justo en la linde del tiro de linea, pero de cofrade na de na....
Cuando contaba con 9 o 10 años quiso el destino que ocurriese algo. Mi madre se llama Dolores y aun que su onomástica según el santoral es el 15 de septiembre, en mi casa lo celebramos el Viernes antes del Domingo de Ramos, Viernes de Dolores. Quiso el destino que aquel año mi padre decidiese regalar a mi madre un bonito ramo de flores y fuimos al barrio del porvenir donde le dijeron que había un jardín junto a una iglesia donde los preparaban. Aquella tarde quedó grabada en mi mente para siempre. Llegamos a la parroquia de San Sebastian y era cierto, había un bonito jardín y al fondo un kiosco donde vendían flores, estaban preparando algo porque había gran cantidad de flores blancas, aquello olia a tarde de primavera y el aroma de distintos tipos de flores se mezclaban con el azahar de los naranjos del barrio. Mientras atendían a mi padre le pedí permiso para curiosear por el entorno, entonces teníamos que pedir permiso para todo no como ahora , y fue la casualidad, el destino o la fortuna, que al ver trasiego de gente entrando y saliendo de la iglesia me acercase con curiosidad a la puerta lateral que da al jardín. Entonces ocurrió algo mágico, a ambos lados de la nave central  de la iglesia, entre penumbras y los últimos rayos de sol de esa tarde de primavera, estaban situados dos enormes pasos preparados para la Semana Santa que llegaba. El del Señor me impresionó por su embergadura, era enormeeee, sigue siendo enorme pero desde la perspectiva de un niño aquello era "demasiao". El Señor parecía portar la cruz y luego lo acompañaban un montón de figuras que daban vida a un pasaje Bíblico. Luego, me volví y La vi, fue mi primer contacto con la que ha sido en mi vida, timón, guia, consuelo y ha llenado mi corazón de Fe..... La Virgen de la Paz.  Allí estaba, su manto blanco, sus varales relucientes, parecían de cristal, aun no llevaba flores pero ni falta que hacía, Ella llenaba todo el espacio y el corazón me dio un vuelco, como ese que se siente al cabo del tiempo cuando ves a alguien que fue tu amor. Llegó mi padre con el ramo de flores en la mano y me explico, que de allí salia una hermandad el Domingo de Ramos que atravesaba el Parque de María Luisa camino de la catedral, la hermandad de La Paz. Aquel año le pedí a mi padre que en vez de irnos el Domingo a Alcalá, como hacíamos habitualmente, nos quedasemos en Sevilla para ver a La Paz por el parque...........
Después, con el tiempo y la edad suficiente llegó el momento de ser su costalero. Este año hará un cuarto de siglo siendo su humilde legionario, veinticinco Domingos de Ramos renovando la ilusión con ese vuelco en el corazón del primer día que me crucé con su mirada. 
  ¡ Que suerte que mi madre se llame Dolores!

1 comentario:

  1. Jo! que bonito Migue.

    Ojalá yo viva algo con la mitad de pasión que vives tu Virgen.

    Sabes que solo la siento por mi familia, igual que tu.

    Un abrazo.

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